Ciudad de México, 27 ene (Prensa Latina) La economía mexicana será más resiliente a los vaivenes de la de Estados Unidos y alcanzará crecimiento de 1,0 a 1,5 por ciento, cinco veces más alta que la de su vecino.
Así lo explicó hoy Shelly Shetty, directora general de Fitch Ratings, según una versión del diario mexicano La Jornada.
Pese a estar en un año previo a las elecciones presidenciales, señaló la experta, los riesgos políticos en este punto no son preocupantes como para afectar la evaluación crediticia de México, dado que aun no se conoce a quien postulará Morena -el partido de Andrés Manuel López Obrador-, ni tampoco existe un candidato en la oposición.
Sobre esta última, aclaró, ni siquiera se sabe si se mantendrá unida alrededor de un aspirante común, o se fragmentará, agregó la analista.
Dijo que entre los posibles riesgos fiscales en México para 2023 está que al ser un año prelectoral exista una presión por el lado de los ingresos, sobre todo si caen los precios del petróleo, y que el Gobierno sacrifique parte del gasto en inversión para dirigirlo a proyectos prioritarios y programas sociales.
«Vamos a ver a los candidatos y sus plataformas políticas, su orientación, el tipo de reformas económicas que tal vez quieran hacer y qué áreas de continuidad política podríamos tener», por ahora «es claramente una discusión un poco temprana, pero en este momento realmente no estamos demasiado preocupados por las elecciones en México», expresó.
Durante un encuentro convocado por la firma de riesgo, al que asistieron directivos empresariales y analistas financieros, Shetty consideró que México mantiene métricas relativamente adecuadas para la valoración de BBB- a su deuda (dentro del llamado «grado de inversión»), con la perspectiva estable.
Esto se debe, señaló, a que ha mantenido el marco macroeconómico y, a diferencia de otras economías emergentes en la región, «no tiene que escalar de un gran hoyo fiscal» ni cerró el año pasado con una inflación de doble dígito.
Si bien tiene una alta integración con Estados Unidos, por el lado de las remesas, el comercio exterior y el turismo, aun así se prevé que para este año México crecerá entre 1,0 y 1.5 por ciento, de acuerdo con los estimados de Fitch, mientras su principal socio comercial lo hará 0.2 por ciento, si no salda con una recesión anual, puntualizó la analista.
Parte de las métricas de México se deben a que la deuda se ha mantenido contenida, hay una oportunidad de crecimiento por el lado de la relocalización de las cadenas de suministro -el nearshoring, que también puede ser capitalizado en Asia- y a que el incremento de tasas de interés no ha afectado tanto a la demanda doméstica, como sí lo ha hecho en Estados Unidos.